lunes, 25 de enero de 2010

EL CÍRCULO DE LA PREGUNTA 2

José Arellano Pérez
No es necesario esperar para emprenderNi lograr para perseverarGuillermo d ´Orange El joven Alejandro conquistó la India. ¿Él sólo?César venció a los galos; ¿no lo acompañaba siquiera un cocinero?Felipe de España lloró cuando se hundió su flota, ¿Nadie más lloraría?Federico Segundo venció en la Guerra de Siete Años, ¿Quién más venció? Bertold Brecht. Preguntas de un obrero que si leePREGUNTAS A UN CANDIDATO QUE SI LEE O¿NECESITAMOS CANDIDATOS O VERDADEROS LÍDERES?Este es un artículo reciclado, que considero necesario ante la avalancha de candidaturas.A mi me gustaría pensar que estos ciudadanos que deciden lanzarse como candidatos han hecho un mínimo ejercicio de reflexión sobre lo pertinente que resulta su candidatura, pero sé bien que no es así, sé que estas “enormes ganas de servir a la ciudadanía”, en la mayoría de los casos, no están relacionadas con procesos de liderazgo y de representación democrática, sino que están ligadas a procesos de poder de la clase política, es decir, de los políticos profesionales que viven de la política y que deben reciclar sus cuadros continuamente.Sé bien que los verdaderos electores no serán los ciudadanos, sino los poderes fácticos que a través del uso del dinero y del poder político acumulado decidirán bajo la máscara protectora de una supuesta democracia electoral.Es por eso que nuevamente me atrevo a hacer una serie de preguntas a esos candidatos, para constatar cual de ellos, del nivel y del partido que sea, se atreve a contestar aunque sea unas cuantas de ellas.AQUÍ INICIA EL ARTÍCULO ORIGINALEn esta importante etapa histórica que está viviendo nuestro país, permítanme señores y señoras candidatos y candidatas atreverme a hacerles unas cuántas ingenuas e impertinentes preguntas.Haciendo honor a esta columna que se le pasa preguntándose sobre todo lo que se le ocurre, ahora creo podrían darse un tiempecito para reflexionar y detener su sinuoso y peligroso camino hacia la fama y la responsabilidad social.Después de todo, la etapa que les espera requiere un mínimo de análisis para saber si son ustedes los más idóneos para el cargo que pretenden o aún sabiendo que no lo son están empeñados en lanzarse porque cuentan con lo indispensable en estos tiempos para ganar un puesto de elección popular: dinero, pragmatismo y padrino poderoso.Van las preguntas, esperando que ayuden:¿Cuáles son las tres principales motivaciones que le hacen pretender llegar al cargo que anhela? ¿Considera usted que tiene el perfil adecuado para desempeñar dicho cargo? ¿En qué evidencias fundamenta usted la certeza de que es usted el indicado? ¿Conoce a alguien que podría cumplir de mejor manera con ese cargo popular al que usted aspira? ¿Lo apoyaría o preferiría que no existiera? ¿Se considera un líder capaz de convocar a la gente a la acción y a la transformación social? ¿Se considera usted un líder o cree que basta con las buenas intenciones para ejercer un cargo público o algún puesto de representación popular? ¿Cree usted que una campaña política es una inversión o es un gasto? ¿Cuáles serían los métodos que usted aceptaría para una elección interna de su partido? ¿Por qué? ¿Estaría usted dispuesto a debatir públicamente con otro candidato? ¿Dentro de sus prioridades, considera las inmediatas, es decir, las urgentes, o las importantes? ¿Qué es lo que más le atrae de ejercer un encargo público? ¿En qué concepto tiene a la gente que votaría por usted? ¿Piensa que debe hacer una campaña política o una campaña publicitaria? ¿Está de acuerdo en que una campaña publicitaria está dirigida a las personas para aprovechar su forma de ser y hacerla que tome decisiones sin plena conciencia? ¿Está de acuerdo en que una campaña verdaderamente política considera a personas pensantes y actuantes a las cuales se les pueden hacer propuestas y no promesas? ¿Considera usted que es necesario hacer promesas para lograr que la gente vote por usted? ¿Reconoce la diferencia entre una promesa y una propuesta? ¿Está usted dispuesto a mentir, con tal de ganar o cree que se puede ganar sin necesidad de mentir? ¿Cree usted que el fin justifica los medios? ¿Cree usted que es importante contar con un proyecto político o basta con contar con un buen equipo de campaña? ¿Considera usted importante comprometerse con una ideología o cree, como afirman algunos, que estamos en una etapa histórica en la cual han muerto las ideologías? ¿Cree usted que lo importante es llegar y por lo tanto considera que la propuesta , es decir, el compromiso con una forma de concebir el futuro y el proyecto económico y social, puede esperar para después de la elección? ¿Cree usted que no hay que asustar a la gente con ideas y que más vale asegurarla con promesas? ¿En caso de que usted llegara a ejercer el poder, lo consideraría un privilegio o una responsabilidad? ¿Cuáles serían sus prioridades? ¿Acondicionar su espacio de trabajo? ¿Pagar las facturas políticas generadas en la campaña? ¿Acomodar a sus familiares en algún puestecito? ¿Conformar un equipo con los más capacitados para cada una de las funciones públicas, sin importar si son o no de su equipo cercano? ¿Identificar las principales demandas ciudadanas e iniciar el trabajo a partir de ellas? ¿Hacer un llamado a sus electores para trabajar juntos por el bienestar social? ¿Bajarse el sueldo y demostrar con ello que está dispuesto a vivir modesta y honestamente como servidor público?Espero que algunos de los tantos candidatos que leen esta columna pueda contestar y contestarse algunas de estas preguntas, antes de tomar alguna decisión que podría llegar a afectar su vida y la de los demás. Estoy seguro que responder a alguna de estas impertinentes preguntas, ayudaría un poco a asumir con mayor seriedad un proceso que de por sí tiene características que lo hacen sumamente importante para la vida comunitaria.La elección de un representante popular o de un servidor público debería ser considerada y evaluada en primer lugar desde el punto de vista de los intereses de los representados.Expropiarle a la gente la capacidad que tiene para elegir va en detrimento del desarrollo social. En este proceso tiene tanta responsabilidad quien lo permite como quien lo promueve. Suficientes ejemplos tenemos en nuestro país de los problemas que genera el que se perviertan los mecanismos originales por medio de los cuales elegimos a nuestros representantes.El poder del dinero y el de los medios de comunicación han sustituido peligrosamente el poder elector y lo han convertido en un juego de componendas, de acuerdos en lo oscurito y de perversos mecanismos de engaño masificado que finalmente lo que provocan es una separación cada vez más evidente entre representantes y representados. El abismo que se abre entre estas dos esferas: la de la sociedad política y la de la sociedad civil es cada vez de mayor profundidad y avizora tiempos en los cuales ya no será posible establecer ningún tipo de contacto.Para algunos, esto puede sonarles irrelevante, para otros quizá algo lejano y abstracto. Espero que para algunos represente un motivo de reflexión, que les permita mejorar como seres humanos, es decir, como políticos que están conscientes de su alta responsabilidad social.

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